Industria, comercio, control ambiental, certificaciones acústicas

El ruido industrial produce, independientemente de la pérdida del confort en los trabajadores, una pérdida de productividad en los mismos.

Compresores que superan los niveles adecuados para el óptimo ambiente laboral puede conllevar, al margen de la pérdida de productividad, un incremento de los costes en las acciones de prevención en materia de riesgos laborales que debe acometer la empresa.

Reducimos hasta 30 dBA en las emisiones de compresores y equipos industriales en la industria mediante cerramientos y apantallamientos acústicos. DBBASICO ha trabajado en la implantación de barreras fonoabsorbentes, bancadas de inercia, tratamiento de salas con equipos de climatización, rejillas acústicas, silenciadores, etc.

Los proyectos de actividad para obtener las Licencias de funcionamiento de los locales intentan compatibilizar el coste de la adecuación con las necesidades legales en materia de ruido que exige la normativa.

¿Qué aislamiento debemos tomar como referencia para nuestra actividad? Lo primero que debe de realizarse es una medición acústica; la consulta del mínimo exigible en la Ordenanza Municipal y el resultado obtenido de la prueba acústica nos dará un valor de partida. A posteriori debemos observar con detenimiento los valores de inmisión permitidos en la ordenanza y estimar los valores de emisión que la actividad producirá. Esto último corregirá el valor predicho por la medición de ruido y nos dará el valor de aislamiento objetivo.

Las medidas para el control ambiental de las actividades industriales se llevan a cabo según lo dispuesto en el RD 1367/2007 por el que se desarrolla la Ley 37/2003 de 17 de noviembre del Ruido, en lo referente a la evaluación y gestión del ruido ambiental. Los métodos de medida utilizados cumplen los principios aplicables a las mediciones para evaluar niveles de ruido en determinados periodos temporales de referencia expuestos en las normas ISO 1996-1:1982 e ISO 1996-2:1987.

Certificaciones acústicas de mediciones in situ conforme al DB-HR “Protección frente al ruido”.

Ensayos de aislamiento a ruido aéreo de medianeras, impacto y fachadas.

La mayoría de las Ordenanzas Municipales exigen un aislamiento acústico a ruido aéreo mayor de 80 dB para Cafés-espectáculo y Salas de concierto. Esta exigencia requiere de una instalación impoluta del aislamiento. La dificultad pasa por una buena ejecución en obra y un diagnóstico previo de los requerimientos del local. No hay ninguna posibilidad de alcanzar estos niveles aislando parcialmente (sólo techos, por ejemplo).

Los aislamientos acústicos a ruido aéreo de las escuelas de música requieren un conocimiento previo de los instrumentos que se van a utilizar.  DBBASICO cuenta con espectro de la mayoría de los instrumentos musicales con el objetivo de diseñar el aislamiento acústico a las necesidades reales. Algunos de los valores picos fueron de 105 dBA con trompetas, 84 dBA con viola, 92 dBa con piano, 81 dBA con clave francés,76 dBA con clave laúd, 88 dBA con chelo, 88 dBA con violín, 78 dBA con guitarra clásica y 108 dBA con batería. Es importante asegurar unos niveles de audición entre aulas que permitan simultanear las clases y asegurar que la reverberación o los ecos flotantes no perjudiquen la calidad acústica del aula.

Hoy en días los estudios acústicos previos a las obras se han convertido en una herramienta imprescindible para detectar y corregir problemas que en obra pueden resultar económicos y sin embargo, una vez finalizada, tener unos costes elevados. Los gimnasios se encuentran como actividades muy molestas si no se tienen en cuenta los aspectos básicos de diseño. Valores de Altos de transmisión a ruido de impacto, con una alta transmisibilidad estructural debida al uso y altos niveles de emisión por la caída de mancuernas o uso de máquinas.

Un centro de ocio infantil puede emitir, sin equipos de reproducción sonora, valores próximos a 90 dBA. Rara vez las Ordenanzas recogen este tipo de actividad; y la clasificación o tipología acústica de la actividad puede, más tarde, cuando se encuentre funcionando, encontrarse con quejas de vecinos por los niveles de transmisión a su vivienda, aun cumpliendo con los valores de aislamiento acústico a ruido aéreo que se les exigía. Otro problema asociado es el mal acondicionamiento acústico de estos locales que puede hacer insufrible el permanecer en el recinto por la inexistencia de un acondicionamiento y tratamiento de la reverberación de la sala.

El Real Decreto 1367/2007 previene las molestias de discotecas y pubs musicales a los vecinos por la penalización de graves. No es fácil obtener unos resultados buenos de aislamiento a bajas frecuencias. Una buena insonorización y unos filtros digitales en el Limitador pueden resolver el problema.

El arrastre de sillas, bidones de cerveza, carga y descarga de bebidas, aires acondicionados, la televisión, las campanas extractoras, cierre y apertura de puertas, terrazas…etc. son ruidos habituales en este sector. Hoy en día, las cafeterías y restaurantes se enfrentan a dos retos: conseguir un óptimo aislamiento acústico y que eso no interfiera en la acústica del local.  La calidez acústica de restaurantes está directamente relacionada con el confort del cliente y, en consecuencia, con el potencial productivo del local.

En las clínicas veterinarias se dan dos elementos generadores de ruido: la parte dedicada al comercio y la parte dedicada a hospitalización. Hay que tener en cuenta que la hospitalización requiere un nivel de aislamiento acorde con los niveles de emisión de los animales. España no recoge específicamente en su normativa el ladrido de los perros, al contrario que otras ciudades como Nueva York; sin embargo, son de aplicación los niveles de transmisión a viviendas, por lo que habrá que tener en cuenta dichos niveles para diseñar el aislamiento.

Tiendas de ropa, heladerías y en general los comercios al menor de pública concurrencia pueden llegar a niveles superiores a 75 dBA en emisión por lo que la mayoría de las Ordenanzas las clasifican como Tipo I con unos aislamientos acústicos superiores a 60 dBA. En principio son las actividades que menos requerimientos acústicos tienen, pero es importante conocer antes de la obra con qué nivel de aislamiento partimos para no llevarnos sorpresas de última hora.