La acústica ha sido hasta la aparición de estudios específicos de posgrado en acústica en los últimos años, una desconocida para las diferentes titulaciones universitarias. Esto ha traído como consecuencia malos diseños en el aislamiento acústico de comercios, especialmente restaurantes y discotecas, en la edificación, en los equipos de climatización y en la industria y el transporte.
El ruido de los vecinos y las molestias que estos ocasionan sobre el receptor viene recogido en la mayoría de las ordenanzas municipales. Las peritaciones (mediciones acústicas) de este tipo de molestia suele ser compleja. Por una parte, hay que considerar el horario de las mismas; muchas veces no siguen un patrón y suelen darse a horas próximas a la madrugada. Existe numerosa jurisprudencia a este respecto; una de las más conocidas, de la Audiencia Nacional de Girona, quedó al final en un susto para una pianista para la que la Fiscalía llegó a pedir siete años y medio de prisión por molestar y causar trastornos psicológicos derivados del ruido. Aunque finalmente quedó demostrado que en el proceso había habido fallos en cadena (como la mala calibración del sonómetro del Ayuntamiento), es una muestra de la sensibilidad de la justicia frente a las molestias por ruido.
Las consecuencias psicológicas y fisiológicas que pueden provocar una alta exposición han hecho que se desarrolle una extensa normativa tanto estatal como municipal que se encuentra a la cabeza del desarrollo normativo no solo en Europa sino en comparación con otros continentes. Sin embargo, muchos Ayuntamientos no tienen la instrumentación ni el personal adecuado para realizar las mediciones correctas que permitan dar soluciones a los problemas.
En la mayoría de las ocasiones la Policía Municipal no cuenta con instrumentación adecuada para medir bajas frecuencias, tonalidades, impulsividad o vibraciones. Una medición requiere un tiempo mínimo de 1-2 horas y en ocasiones en fin de semana y altas horas de la madrugada en las cuales los técnicos municipales no pueden asistir. A veces incluso la llegada de los técnicos debe realizarse sin levantar sospechas para que no se pare la fuente de ruido y no haya servicio de nada la visita. Ahorrarás tiempo si desde el principio cuentas con profesionales con experiencia acústica.